Aremi Lopez

"Un momento es para siempre"

¡Alegría a la Vida!

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Una mujer de luz, de origen Mexicana y Chiapaneca, madre de 6 hijos y 2 niñas mas que crió y que también les llamo hijas. La caracterizaba su sencillez, honradez, honestidad y humildad que desbordaba, una mujer que luchaba por la justicia, al igual que su capacidad para brindar consuelo a los afligidos y palabras de aliento a quienes más las necesitaban. Su presencia fue un bendecido regalo, de esos que la vida te concede solo una vez.

Fue una mujer excepcional, siempre dispuesta a ayudar y a dar sin esperar nada a cambio, con una fe inquebrantable, una mujer de luz, con alma generosa, un milagro único y fugaz. Dios y la Virgen de Guadalupe la llamaron para convertirse en un ángel que ahora nos cuida en nuestro camino, una increíble persona que tenía el poder de iluminar los días mas grises con solo sonreír y que ahora forma parte de nuestro cielo estrellado e ilumina nuestras noches mas oscuras.

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Doña Teresita, como comúnmente le decían las personas cercanas a ella. Una mujer de luz, de origen Mexicana y Chiapaneca, madre de 6 hijos y 2 niñas más que crió, y que también las llamo hijas; la caracterizaba su sencillez, honradez, honestidad y humildad que desbordaba.

Una mujer que luchaba por la justicia, llena de valores, al igual que su capacidad para brindar consuelo a los afligidos y dar palabras de aliento a quienes más las necesitaban. Su presencia fue un bendecido regalo, de esos que la vida te concede solo una vez.

Fue una mujer excepcional, siempre dispuesta a ayudar y a dar sin esperar nada a cambio, con una fe inquebrantable, una mujer de luz, con un alma generosa, un milagro único y fugaz. Dios y la Virgen de Guadalupe la llamaron para convertirse en un ángel que ahora nos cuida en nuestro camino, una increíble persona que tenía el poder de iluminar los días mas grises con solo sonreír.

Ahora forma parte de nuestro cielo estrellado, iluminando con su amor nuestras noches más oscuras; y que a pesar de estar consciente que se encontraba en sus últimos días de vida, fue una mujer sumamente valiente por todo lo que soporto en el transcurso de su vida y de su enfermedad.

Siempre mantuvo la alegría y el positivismo, y hasta su último respiro mantuvo una sonrisa de luz y esperanza. Su luz seguirá y su alegría seguirá viviendo entre nosotros.

Con manos delicadas y cálidas, preparaba los alimentos con un amor inmenso que parecía desbordarse del plato. Guardaba con esmero cada porción especialmente para cada hijo: era su manera silenciosa de decir “te amo”. 🩷 Esas mismas manos, que de pequeño cargaron a cada uno de sus hijos; que al dormir, les sujetaba las manos mientras los acariciaba, quien les contaba historias para que durmieran.

Esas manos, cubiertas de hermosas pecas dibujadas por el paso del tiempo, eran las mismas que te recibían con amor y te abrazaban al regresar de un viaje. Manos que, con una alegría serena, encendían cada veladora y adornaban su altar; que cuidaban con ternura de sus plantas y de sus animales; las mismas manos suaves y bondadosas con las que compartía alimentos con los enfermos. Eran manos que no solo tocaban el corazón, sino que lo sanaban.

Representaba un cálido abrazo y una mezcla de olores, entre flores, diferentes plantas, brisa del viento, risas y comida que solo ella sabía preparar. Le encantaba la naturaleza, respirar el aire del campo, ver flores de diferentes colores 🌸... creció y vivió rodeada de plantas y que junto con sus animalitos se convirtieron en sus compañeros de vida, especialmente su fiel compañero, su gatito "Cubanito", el cual ahora es un miembro mas de esa familia.

Y su mirada… ¡ah, su mirada! Hablaba un idioma que solo el corazón entendía. 🥰 Su mirada suave, y que en ocasiones te hacía cómplice de las travesuras que hacía o decía, era tan dulce y profunda que te expresaba, sin palabras cuánto te amaba. Con cada gesto, cada acto de bondad, dejaba en el aire una estela de ternura y caridad. En su rostro, las arrugas que se marcaban no era por el paso de los años, sino huellas de amor, de incansables luchas, de noches en vela y de abrazos sin medida.

Su firmeza y exigencia la delataban, pero su inocencia la hacía ser una persona tan tierna y dulce. A veces era una persona adulta y otras veces era una niña en el cuerpo de una adulta. Una persona siempre tan sensible por todo, que de sus mejillas rodaban lagrimas que parecían diamantes. Tenía una fuerza que parecía venir del mismo cielo, una mujer que no conocía el cansancio, con un valor inquebrantable, una voluntad de acero, y una fe firme como roca que la sostuvo hasta el final.

Pero un día algo sucedió: ya no podía cuidar a sus animales ni a sus flores. Su cuerpo empezó a sentirse más cansado, dormía cada vez más, sus pasos se volvieron lentos y su voz cambió, de ser imponente a sonar suave y débil. Su apetito disminuía poco a poco, y su dulce mirada comenzó a apagarse lentamente.😔

Después de múltiples estudios, el diagnóstico fue devastador: cáncer de pulmón en fase avanzada (entre la tercera y cuarta etapa), acompañado de hemorragia. Doña Teresita estaba cada vez más débil: comía menos cada día y perdía peso de manera continua. Las opciones de cirugía o quimioterapia ya no eran viables, tanto por su avanzada edad como por el estado casi terminal de su enfermedad, además de que el cáncer ya había hecho metástasis.

Aun así, se le practicó una cirugía para drenar el pulmón de líquido pleural. Fue anestesiada por completo y, pese a su cuerpo delgado y frágil, logró resistir la intervención realizada la mañana del martes 3 de junio de 2025. Sin embargo, el médico advirtió que tardaría en despertar debido a su gran debilidad.

Mientras permanecía inmóvil en la camilla, con una mascarilla de oxígeno y conectada a múltiples cables para el monitoreo de sus signos vitales, médicos y enfermeras la rodeaban observando con atención los datos de su cuerpo. Pero ya no logró despertar. Aquellos ojitos llenos de luz, que un día hablaron con amor profundo, se fueron cerrando poco a poco durante la cirugía y no volvieron a abrirse jamás… Se fue dormida, en un sueño profundo y sin dolor, su fe la sostuvo hasta el final. Partió el martes 3 de junio de 2025, a las 13:20 horas. Fue un golpe muy duro a pesar de estar conscientes que era probable su fallecimiento.

Cada uno de sus hijos tuvieron designios diferentes, algunos tienen hijos, otros con su trabajo y otros mas por la distancia y salud, pero todos la amaron inmensamente, y también ella los amo incondicionalmente hasta su último respiro. Por el gran amor hacía ella, todos se dividieron en pedazos, lucharon todos los días incansablemente, pusieron su máximo esfuerzo y cuando se sentían cansados, se convertían en Sansón, sacaban fuerzas de donde ya no había mas y hacían malabares para darle energía y hacerla sonreír, todo se hizo con el mas puro amor y lo hicieron hasta el final.

Ahora ella ya no está aquí, pero su amor sigue latiendo en cada recuerdo, en cada rincón de nuestro ser y en cada rincón de su hogar. Dejo un huella en cada corazón, dejo un mar de hermosos recuerdos, y su familia ni que decir, fueron los mejores que pudieron existir, se convirtieron en lo que jamas imaginaron, algunos fueron cocineros, otros bailarines, también fueron asistentes, contadores de historias, tomaron pequeños cursos para poder ser los enfermeros de su madre; sus nietos y conocidos que son enfermeros también aportaron su conocimiento en la materia, apoyaron a sus hijos en los cursos de enfermería, y algo muy importante, todos se unieron en oración. Aprendieron a ser de todo por ella.

Detrás de esta triste situación, hubo un rayo de luz, ella cambio totalmente para bien, fueron los momentos mas hermosos que pudieron existir, sus hijos la acompañaron y disfrutaron de ella cada minuto a su lado, bromeaban, reían, le daban de comer lo que ella quería, ella fue feliz, su rostro y sonrisa era diferente, dentro de todo lo oscuro, ella siempre reflejó luz, amor y alegría. Ella se fue en paz, feliz y llena de amor.

Como te decía antes, todos aportaron un granito de arena por pequeño que fuera, y se llevaron lo mejor de ella, y ella, también se llevo un cachito de ellos. Su alegría y amor de su familia fue tanto que ella empezó a ser igual de ellos, todos los días ella reía y también aprendió a hacer graciosa. Algo que dejo huella, fueron sus célebres frases, una de las favoritas es "Alegría a la Vida", esa frase se la dijo a su hijo mayor mientras estaba por abrazarlo, ella estaba feliz a pesar de su condición y lo demostraba con una gran sonrisa.

Su comportamiento fue completamente diferente al que todas las personas conocían, estaba muy cambiada, era una mujer de mucha fe. A pesar de la delicada condición en que se encontraba, si carita siempre irradiaba una hermosa luz, su mirada transmitía amor puro, irradiaba paz, tranquilidad, felicidad en vez de dolor, ella dijo que jamas sintió dolor durante el periodo que vivió su enfermedad; el dolor tampoco fue el motivo que la llevo a su muerte. Era totalmente lo contrario, parecía que en vez de que el dolor la matara, su amor y su fe vencieron al dolor y se fue en paz y sin dolor, pero llena de bendiciones y de mucho amor.

Yo imagino que Doña Teresita desde el cielo en esos momentos, estaba diciendo "Estos hijos míos, nunca van a agarrar juicio", mientras ella rie desde el paraíso a lado de la Virgen de Guadalupe; y seguirá siendo feliz donde ella se encuentre. Es por ello, que si ven sonriendo a su familia es por que ellos están en paz con Dios y con la partida de esa gran mujer, por que vivieron y disfrutaron de cada minuto a su lado y lo mas importante es que la hicieron feliz hasta su último día.

Es cierto que el duelo dura mucho tiempo y hay personas que no logran superarlo, es duro la partida de un ser querido, la tristeza, vacío, soledad no se van a ir en mucho tiempo, pero hay que aprender a vivir con esos sentimientos y recordar los momentos de calidad que cada miembro de su familia le dió.

Es increíblemente doloroso ver el cuerpo de una persona amada sin vida, como si estuviera durmiendo, la despedida o último adiós como le dicen no es nada fácil, ver el ataúd, su frágil cuerpo recostado, las flores y sus olores, ver las veladoras, miradas tristes, algunas lagrimas de otras personas y otras mas que entraron en shock y no podían llorar, y lo mas devastador es ver como entierran a ese ser amado, es algo muy devastador. Sientes que la vida se te va junto con esa persona.

Doña Teresita se caracterizaba por tener un carácter fuerte y cuando no le parecía algo, simplemente lo decía sin filtros, aunque las personas se molestaran y otros mas se enojaban, siempre dijo la verdad y defendía sus derechos de ella y de otras personas, una mujer con principios fuerte como el acero. Cuando ella se fue de este plano físico, dejo un vacío impresionante, pero también dejo una huella de amor en cada corazón de su familia.

Quiero aclarar en esta parte algo muy importante, va dirigido para las personas que nos vieron durante el funeral y el periodo del mismo, y es que, la familia, amigos y conocidos siempre veían a sus hijos sonriendo y bromeando, en ese momento tan delicado, parecía que no les dolía en lo absoluto, que quizá no respetaban la perdida de una persona tan especial, pero no es así, solo su familia sabía lo que en realidad había ocurrido y el porqué de su comportamiento. Todos y cada miembro de la familia de Doña Teresita, tenían el corazón en mil pedazos, pero ese rayo de luz que ella dejo cuando cambio su carácter en los últimos meses, calmo la tormenta, esa luz que dejó con su partida, alumbraba ese oscuro luto en cada corazón.

Si es que la familia estaba de buen humor, no es que no la quisieran, es que cada miembro de su familia le dió el acompañamiento que merecía, cada familiar sintió y vivió el proceso de su enfermedad de maneras diferentes, así como también, en los momentos mas difíciles de la enfermedad de Doña Teresita, ella jamas estuvo sola. Ella sintió la compañía, la cercanía, el cariño y el amor de toda su familia; dentro de todo lo malo, hubo algo bueno, y es que la familia se unió mas que nunca, sus hijos, su esposo, nietos y mas, todo eso dió una fuerza increíble, siempre haciéndola reír, esa fue la pieza que hizo falta en su vida y que al final su fe y el amor fueron los pilares que la sostuvieron a ella y a esa gran familia.

Puede que haya sido un día, una semana o un mes, cada minutos que ese hijo estuvo con esa mujer fue único e inolvidable, y eso hay que guardarlo en lo mas profundo de nuestro corazón y protegerlo como oro puro. A su esposo, siempre le fue fiel, y aunque no convivían mucho, hasta el último aliento que tuvo pregunto por él, ella lo amaba en silencio y sufría en su corazón, y mientras el, en silencio estuviera a su lado, Doña Teresita estaba tranquila, cuando su esposo llamaba para preguntar de su salud, ella estaba pendiente si él había preguntado por ella.

Para ella, su querido esposo lo era todo, fue su amor eterno... y el, su esposo lo sabía, también la amaba... estuvo con ella hasta el final, le daba ánimos y pedía por ella en oración. Hubo personas que les deseaban lo peor a su matrimonio, incluso les decían cosas que eran mentiras para que ellos discutieran y así, poco a poco se fueron separando, pero al final, esas personas no cumplieron su objetivo, por que quizá fisicamente no hablaban mucho, pero siempre estaban pendiente uno del otro, su amor fue tan grande que trascendió muy por encima de todo, Dios y la fe de Doña Teresita sostuvieron ese matrimonio y los malhechores fracasaron.

El día mas importante, el 02 de junio, su esposo vio como se llevaban a su esposa al hospital durante la madrugada, la vio salir en un estado muy delicado pero ya no la vio regresar con vida. Su esposo estuvo en el hospital pendiente siempre de ella, orando por ella y hablándole, motivandola, la sostuvo en sus últimos momentos, sin duda alguna, una gran pareja y un gran amor.

Ella, esa mujer que para algunos fue una amiga, una hermana, hija y madre, también fue miembro de la Asociación Guadalupana, una mujer que entregó el corazón a la Virgen de Guadalupe.

Una mujer con el corazón mas noble del mundo, quien visitaba a los enfermos y les llevaba alimentos, que aunque de carácter muy fuerte, se gano el amor, cariño y respeto de muchas personas.

🩷 Esa mujer digna de admiración, que lo fue todo para todos, esa mujer inolvidable, valiente y única… es mi madre. Mi padre, y toda la familia nunca la olvidaremos.

D.E.P Mamá Teresita (1950-2025)

En nombre de mi familia y el mío propio, quiero agradecer de corazón a cada uno de las personas que nos acompañaron en esos momentos tan duros.

La presencia de amigos, familia y conocidos fueron fundamentales, sus mensajes, sus abrazos, sus palabras llenas de amor, su apoyo incondicional durante el funeral y todo el proceso del mismo, así como también las oraciones que hicieron por nosotros y por el descanso eterno de nuestra madre, significaron muchísimo para. nosotros, nos dió la fuerza que necesitábamos en esos momentos.

Así también agradecemos especialmente y enormemente por el esfuerzo que la familia López Martínez tuvo con mi madre; hicieron un esfuerzo increíble para viajar desde muy lejos para estar en los últimos días y últimos momentos de mi madre, fue un gran regalo que recibió ella al conocer a sus nietos, un sueño que siempre tuvo y que logro cumplirse en sus últimos días de su vida. Nuestra familia se sintió profundamente reconfortados, y agradecidos por tenerlos cerca en un momento tan doloroso. Gracias de todo corazón a todos por acompañarnos 🙏🏼